Lo mágico y lo milagroso de Cien Años de Soledad

El realismo mágico de García Márquez es considerado mágico precisamente porque es real, tiene una base o un anclaje en la realidad, es un proceso de edificación de una realidad ficticia que con Cien Años de Soledad alcanza su culminación ya que sus obras siempre están en lo imaginario, en lo milagroso, en lo ficticio y en lo sobrenatural.

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Cien Años de Soledad es una novela con una síntesis superior a la ficción de las anteriores obras de García Márquez, tiene una riqueza extraordinaria, construye un mundo que contiene una ficción, una realidad. Esta realidad la edifica en base a un principio y a un fin en el espacio y en tiempo.

Vargas Llosa consagro a Gabriel García Márquez con su obra Cien Años de Soledad, le fascino su realismo estricto y su descripción precisa. Cien Años de Soledad fue para Vargas Llosa una de las pocas obras maestras con la fortaleza y la habilidad de ser un libro lleno de atractivos para un lector refinado, culto y exigente.

Mario Vargas Llosa aporto un extenso y elogioso comentario de la novela por su género, la conducta, la memoria, la fantasía o las pesadillas del hombre en si por la narración que refleja el mundo tal como es entre acontecimientos literarios excepcionales y afianzándose en lo tradicional y moderno con un magnifico realismo literario, con una imaginación popular evocando el antiguo esplendor de un pueblo y guerras civiles.

La novela Cien Años de Soledad presenta un realismo mágico como movimiento literario con el interés de mostrar lo irreal y extraño como algo cotidiano y común. En su ambientación presenta la fantasía de un mundo imaginario por sus características épicas de los personajes, los temas y la trama. Esto gira alrededor de varias familias o generaciones, de hecho, la novela Cien Años de Soledad esta considerada como la obra más representativa del género literario ya que integra elementas mágicos, fantásticos y reales.

El realismo mágico se define como una expresión literaria mágica cuyo objetivo no es de originar emociones sino más bien de expresarlas y de esta manera dar verosimilitud a lo irreal.

Lo real objetivo es una de las caras de Cien años de soledad; la otra, lo real imaginario, tiene el mismo afán arrollador y totalizante, y, por su carácter llamativo y risueño, es para muchos el elemento hegemónico de la materia narrativa (MARIO VARGAS LLOSA, CIEN AÑOS DE SOLEDAD. REALIDAD TOTAL, NOVELA TOTAL).

Con este estilo García Márquez demuestra claramente los mitos y tradiciones contados de manera hiperbolizada, esta obra fue impulsada por el escritor remontándose a las experiencias de su pueblo natal.